El crepúsculo dolorosa de la presidencia de Barack Obama
Naky
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2016-03-15 15:33:47
Llámelo la maldición de altas expectativas. Cuando Barack Obama asumió el cargo, el mundo desmayado, America exhalado y los expertos declararon el fin de siglos de división racial. Mirando a los 1,5 millones de personas que desafiaron el frío para presenciar la inauguración de Obama, Steven Spielberg dijo que hubiera sido imposible poner en escena para una película. Eso fue entonces. primer presidente no blanco de Estados Unidos hoy en día está por terminar en el más tenso de la nación momento de la polarización racial en décadas. Gracias a Donald Trump, el Ku Klux Klan se encuentre de nuevo en los titulares. Dudo que el señor Trump tendrá éxito a Obama como presidente pero él ha inyectado el veneno en el torrente sanguíneo. Para todas las esperanzas de Obama, el miedo es la moneda dominante.
Al igual que las declaraciones al final de su historia en la década de 1990, la historia racial de Estados Unidos no terminó con la elección de Obama. Simplemente se abrió un nuevo capítulo. Naciones, al parecer, sufren de trastornos similares a los humanos - lo que sucede en sus años de formación da forma a su personaje para siempre. Al igual que la India considera que los inversores extranjeros como colonizadores potenciales, y Gran Bretaña confunde Bruselas con el papado, por lo que los EE.UU. está encadenado a su pecado original de la esclavitud. Medio milenio después de los primeros africanos fueron enviados a través del Atlántico, los EE.UU. todavía tiene un pie en su pasado.
No tome mi palabra para ella. Escuchar a los partidarios del Sr. Trump. De acuerdo con las encuestas de salida en Carolina del Sur, que el señor Trump ganó fácilmente el mes pasado, una quinta parte de los que votaron por él pensó que Abraham Lincoln estaba mal para emancipar a los esclavos. Poco más de un tercio deseaba el sur había ganado la guerra civil. Ted Cruz, que se ve como único rival viable del señor Trump, tenía un número similar. El setenta por ciento deseaba que la bandera de la Confederación seguía volando por encima de edificio del capitolio del estado. Se retiró el año pasado tras la matanza de nueve feligreses negros por un cómplice auto-declarado. "El pasado nunca está muerto", dijo William Faulkner. "Ni siquiera es pasado".
Por otra parte, una nominación Trump podría desatar una guerra civil dentro del partido republicano. La semana pasada Romney dejó claro que trataría de doblar las reglas de la convención del partido para negar la corona al Sr. Trump. Si fallaba, podría haber un tercer intento por parte de un "verdadero conservador". Michael Gerson, ex escritor de discursos de Bush George W, la semana pasada sugirió que podría ser Condoleezza Rice. Otros piensan que podría ser Romney. Quien quiera que sea sería irrelevante: dividiendo el voto que lo haría pero entregar la Casa Blanca a la señora Clinton.
Pero sería su victoria pírrica ser? Eso dependerá principalmente de los líderes republicanos. La semana pasada, Romney dijo Trump representaba "una marca de la ira que ha llevado a otras naciones en el abismo". Él estaba en lo correcto. Sin embargo, es una ira que él y su partido han avivado en silencio desde la era de los derechos civiles. McCain se hizo eco de las opiniones del Sr. Romney todavía no tomó ninguna responsabilidad por haber elegido a Sarah Palin como su compañera de fórmula en 2008. Palin apoyó el Sr. Trump en enero. Ella hizo más que nadie para crear resentimiento en contra de "hopey, changey cosas" de Obama.
Durante décadas, los estrategas republicanos clave han utilizado un perro silbato para jugar con los temores raciales. No debería ser ninguna sorpresa que alguien como el Sr. Trump algún día cambiaría por un megáfono.